“La
carretilla”
Papá me sujeta por los tobillos y yo
me recorro la casa caminando sobre las manos. Cuando estamos con más niños y
papás, hacemos carreras y es aún más divertido.
“La alfombra mágica”
Para este juego, necesitamos un
suelo despejado y pulido. Ponemos una manta en el suelo y papá me arrastra a toda velocidad por la estancia. A veces, me coloco
sentado, otras tumbado o de lado. ¡Que divertido!
“¿Qué será, será?”
Coge una gran bolsa y mete dentro diferentes objetos que encuentres por casa: un peluche,
un boli, un trozo de plastilina, un calcetín, una esponja, una cuchara, una
moneda… ¡todos los que quieras siempre que no sean punzantes! Venda los ojos de
tu hijo y deja que vaya tocándolos uno a uno para ver cuántos es capaz de
adivinar. Si jugáis varios miembros de la familia, gana el que más acierte. A partir de 5 años.
“¡Toca disfrazarse!”
Es un clásico que no podemos dejar de mencionar
pues nunca falla. A los niños les encanta jugar a ponerse en la piel de otros.
Mejor que disfraces ya
hechos, les gustará disponer de prendas nuestras (pasadas de moda o viejas),
accesorios variados (bolsos, gorros, guantes y hasta zapatos) y mucha, mucha
bisutería.
“GLOBOS QUE NO TOCAN EL
SUELO”
Infla
varios globos, da uno a cada niño (de un color diferente, para que no le armen
un lío) y explícales que tendrán que lanzarlo al aire e ir dándole golpecitos
para que no toque el suelo. Pierde el que lo deje caer.
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